Este post es acerca de tres ejercicios que utilizaba el gran Emperador-Filósofo Marco Aurelio. En Meditaciones se establece la importancia de escribir para organizar el pensamiento, adelantarnos cada mañana a las posibles dificultades que puedan surgir en el día y se plantea su filosofía para lidiar con la crítica externa.
Escritura terapéutica
Meditaciones fue escrito entre el año 170 y 180 y está conformado por una serie de reflexiones estructuradas en doce libros. El genero literario es único, no es un ensayo filosófico (su autor era el único destinatario y no responde a una temática concreta) ni tampoco es un diario (no escribe fechas ni cuenta incidentes concretos, así que tampoco tiene valor histórico). Se trata de reflexiones personales de el último de los cinco buenos emperadores que tenía como propósito organizar su pensamiento centrándose en aquellas virtudes que creía fundamentales para su vida.
El sentido terapéutico de escribir ha sido bastante estudiado. Una investigación en Nueva Zelanda, por ejemplo, ha demostrado que escribir sobre algún evento traumático ayuda a reducir el daño emocional al organizar los acontecimientos de forma cronológica y resulta efectivo para reducir los efectos del trauma. El Dr. James Pennebaker —que es considerado el pionero de la terapia narrativa— sostiene que clasificar las emociones escribiendo ayuda a circunscribir el problema e incluso mejora el sistema inmunológico y nuestro estado de ánimo. Sin embargo, la escritura debe utilizarse de forma medida para que tenga un propósito terapéutico. Escribir en todo momento, por ejemplo, no es en absoluto recomendable porque fomenta la rumiación y un estado de autoconsciencia constante. La recomendación de Pennebaker es escribir tres o cuatro días entre quince y veinte minutos. Si esto no funciona, siguiere, «deja de hacerlo. Sal a correr. Comienza terapia. Ve a un bar o a la iglesia».
Cada uno encuentra una motivación para escribir diferente, que puede ir desde poner por escrito eventos traumáticos que no han podido ser puestos en palabras hasta el momento, reflexiones personales destinadas a la superación personal, incentivar la imaginación con relatos fantásticos, hacer un seguimiento de los sueños, escribir a un destinatario aquello que sentimos (lo lea o no a posteriori), organizar ideas respecto a un determinado asunto o incluso una autobiografía completa.
Como psicoterapeuta integro estas técnica en las consultas bajo el siguiente formato (adjunto los PDF para que puedan hacer este ejercicio si les interesa la propuesta).
- Como tengo claro que escribir una Autobiografía de la nada puede resultar tedioso y es complicado saber por dónde empezar. Planteo a mis pacientes que dividan su historia vital en seis grandes épocas o etapas y escriban dentro de cada una entre cuatro y seis experiencias que marcaron esto períodos. Cada uno puede elegir si escribir un texto esquemático o un verdadero libro de dimensiones enciclopédicas.
- Es importante hacerse consciente de cuáles son nuestros objetivos a nivel personal, familiar y laboral, así como también las dificultades para alcanzar estos objetivos. Por este motivo, propongo que escriban un Plan de Futuro en base a varias preguntas orientadoras.
La idea es que cada uno escriba libremente, pero me interesa darle a mis pacientes una estructura y algunas preguntas para facilitar este proceso y reduciendo así la aparición del síndrome de la página en blanco. Es curioso cómo mediante esta técnica me pude enterar de acontecimientos cruciales de pacientes que conozco desde hace años, que incluso ellos mismos le habían restado importancia (!).
Visualización negativa
Al despuntar la aurora, hazte estas consideraciones previas: me encontraré con un indiscreto, un ingrato, un insolente, un mentiroso, un envidioso, un insociable.
Meditaciones – Libro II
La anticipación de las desgracias o praemeditatio malorum es una técnica estoica que consiste en anticipar todo lo que puede llegar a salir mal. Esta técnica, opuesta al Don’t you worry ‘bout a thing de Bob Marley, tiene dos grandes beneficios.
El primero, ser conscientes y agradecidos del valor transitorio de lo que actualmente tenemos.
No imagines las cosas ausentes como ya presentes; antes bien, selecciona entre las presentes las más favorables. y, a la vista de esto, recuerda cómo las buscarías, si no estuvieran presentes.
Meditaciones – Libro VII
Marco Aurelio incluso retoma las palabras de Epicteto para recordarse a sí mismo que incluso sus hijos también son mortales.
Al besar a tu hijo, decía Epicteto, debes decirte: «Mañana tal vez muera.» «Eso es mal presagio.» «Ningún mal presagio, contestó, sino la constatación de un hecho natural, o también es mal presagio haber segado las espigas.»
Meditaciones – Libro XI
Este parafraseo a Epicteto no es casual, Marco Aurelio tuvo trece hijos y varios de ellos murieron siendo niños. A lo que nosotros (postmodernos) respecta, la situación sigue siendo, diecinueve siglos más tarde, exactamente la misma: no hay mucho que podamos hacer para evitar que accidentes, vejez, enfermedades, guerras o cambios sociales nos arrebaten lo más queremos. Ocurre que nuestros amigos, hijos, padres, pareja no son nuestros, sino son personas que tuvimos (o tenemos) la suerte de haber llegado a conocer. Conviene, por tanto, ser agradecidos y conscientes del valor particular y transitorio de cada vínculo (este punto lo deja claro el Emperador Filósofo al dedicar íntegramente el Libro I de Meditaciones para agradecer a sus mentores).
El segundo, como ocurre en el ajedrez (retomando la metáfora de Schopi), generalmente gana quién logra anticipar más movimientos. Si tenemos una entrevista de trabajo, es útil imaginar qué preguntas nos podrían poner en aprietos, preparar posibles respuestas e incluso ensayar el lenguaje corporal. Lo mismo si nos vamos a encontrar con un interés romántico, con alguien que logra sacarnos de nuestras casillas, si vamos a negociar un acenso, dar una mala noticia o plantear algo que no ha molestado. Para un estoico, lo más útil es imaginar el peor escenario y pensar distintas alternativas o argumentos para lidiar con posibles situaciones desastrosas. Ponerlo por escrito sirve, pero si logramos personificar la situación mediante un rol playing, todavía mejor. En algunos casos, esta técnica puede ser contraproducente (cuando el grado de ansiedad es apenas soportable), pero en la mayoría de situaciones, adelantarse a un escenario desagradable ayuda a mejorar el desempeño y reducir la ansiedad.
Imagino (en el peor de los casos) que el lector insidioso debe estar pensando «qué deprimente vivir así, imaginando lo peor», «suena masoquista»… La clave está en entender que la visualización negativa es un ejercicio de imaginación (que han retomado los psicólogos cognitivos) que se ejecuta en un marco de tiempo breve con un propósito constructivo. El problema de «pensar en positivo» o «la ley de atracción» es que son, para mi gusto, filosofías de vida negadoras que no ayudan a enfrentar los problemas y por tanto no facilitan el desarrollo posterior. O, como decía Epicteto:
La mala fortuna golpea más duro a quienes sólo esperan buena fortuna
Epicteto
Marco Aurelio en Meditaciones nos deja una frase digna de ser tatuada en un brazo: «lo que impide la acción anticipa la acción. Lo que se impone en el camino se convierte en el camino», o, en caso que no tengas tan hipertrofiados tus bíceps, puedes escribir con pintura indeleble la frase resumida en cinco palabras: «el obstáculo es el camino». La forma de aprender y superar los problemas (incluso si están solo en nuestra imaginación) no es negarlos, sino atravesarlos. En pocas palabras: si los obstáculos no te matan, te ponen a prueba, te orientan y te hacen crecer.
Enfrentar los insultos como un emperador romano
Siempre que otro te vitupere, odie, o profieran palabras semejantes, penetra en sus pobres almas, adéntrate en ellas y observa qué clase de gente son. Verás que no debes
Meditaciones – Libro IX
angustiarte por lo que esos piensen de ti. Sin embargo, hay que ser benevolente con ellos, porque son, por naturaleza, tus amigos.
Marco Aurelio cuando presenciaba alguna infamia, recordaba que nada de lo humano le es ajeno. En esencia todos queremos ser queridos, hemos montado en cólera, hecho el ridículo y manipulado. No deberíamos temer a los otros, ser hipócritas y horrorizarnos por esto. Para este emperador la debilidad es humana, pero contraria a la finalidad de las cosas. Hemos nacido para volar más alto, colaborar y el aporte de cada uno es fundamental porque contribuye al bien común. No hay enemigos, solo gente extraviada:
Todo eso les acontece por ignorancia de los bienes y de los males. Pero yo, que he observado que la naturaleza del bien es lo bello, y que la del mal es lo vergonzoso, y que la naturaleza del pecador mismo es pariente de la mía, porque participa, no de la misma sangre o de la misma semilla, sino de la inteligencia y de una porción de la divinidad, no puedo recibir daño de ninguno de ellos, pues ninguno me cubrirá de vergüenza; ni puedo enfadarme con mi pariente ni odiarle. Pues hemos nacido para colaborar, al igual que los pies, las manos, los párpados, las hileras de dientes, superiores e inferiores. Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros es contrario a la naturaleza.
Meditaciones – Libro II
Entiendo que lo que se propone Marco Aurelio es empatizar con quién lo ofende y reencausar sus esfuerzos al bien común. Nadie medianamente feliz pierde el tiempo criticando al vecino porque hizo tal o cual, sino por el contrario, sigue su propio camino, que en definitiva aporta al conjunto. Si pudiéramos tener en cuenta esto cuando nos sentimos ofendidos se ganaría bastante. Marco Aurelio tuvo la lucidez de proponerse a sí mismo invertir la posición de víctima o espectador pasivo lo antes posible porque sabía que va en contra de la naturaleza de las cosas. En suma: El Emperador Filósofo supo ver con claridad meridiana qué papel representaba en el mundo y tenía especial cuidado en no caer en provocaciones de aquellos que pierden el tiempo porque todavía no lo saben.
Al contrario de lo que generalmente se cree, el estoicismo no nos hace indiferentes a los problemas humanos, más bien lo opuesto, nos despabila y enseña a ser compasivos con nosotros mismos y los demás sin dejarnos caer en placeres-relacionales-masoquistas y demás orgías de autodesprecio.
A continuación adjunto Meditaciones en Youtube, en formato PDF y MP3. Recomiendo empezar por el Libro II (minuto 23:52), porque creo que se hace tedioso empezar por el Libro I (23 minutos de agradecimientos). Para aquellos que se agobien ante la idea de escuchar 6:30 horas de audiolibro, adjunto el Libro II para que puedan escuchar exclusivamente esa parte (que dura solo 21 minutos) y ven si quieren seguir con el resto.
Muchas gracias Diego por los ejercicios que aportas en este post, me parecen muy prácticos tanto como para realizarlos uno mismo por su cuenta, como para los profesionales de la salud mental.
Marco Aurelio me ha gustado mucho, inspira sensatez, empatía, compasión, humildad…
Recomiendas no escuchar o leer la primera parte de agradecimientos, sin embargo a mí me ha fascinado esa parte. Me parece que para hacer todo ese tipo de agradecimientos a tantas personas que formaron parte de su vida es necesario hacer un ejercicio mental importante, se necesita mucha capacidad, un corazón amoroso y mucha generosidad. Creo que ser agradecido en la vida es una gran cualidad que aporta mucha felicidad interior y tiene una repercusión positiva en el entorno en el que se vive.
Tengo que volver a leer o escuchar a Marco Aurelio, de momento no le he leído completo, pero de momento me quedo con su capacidad de agradecimiento, compasión, humildad… también con relativizar e incluso en ciertas circunstancias «pasar» de la crítica externa…, también tener siempre presente que somos mortales (algo que en nuestra sociedad muchas veces parece que queremos ocultar, ignorar, olvidar…).
La fórmula de la felicidad que prometí en el post anterior te la cuento otro día jeje (te adelanto que ser agradecido fijo que va en ella)
Un abrazo
Hola Diego, ahí va mi fórmula de la felicidad que prometí en el post anterior.
FELICIDAD (al menos para la mía) = Cuidar los mínimos + hacer caso a mi guía interior + vivir más centrada en el presente + no ignorar la muerte + conservar el optimismo + no perder el buen humor y la alegría + practicar el agradecimiento y la generosidad + cultivar la paz interior y el amor + seguir aprendiendo.
– Cuidar los mínimos: esto lo tengo muy presente desde que lo leí en uno de tus post. Hay unos mínimos, algunos pueden ser comunes para todas las personas y otros diferentes, sin los cuales no podríamos estar bien. Es imprescindible atender a nuestros cuidados personales y necesidades, tanto fisiológicas como emocionales.
– Hacer caso a mi guía interior: O también como nos explica Emerson confiar en uno mismo, en nuestro instinto y espontaneidad. Tener en la medida de lo posible un pensamiento crítico y libre, que no es nada fácil con lo manipulables que somos y lo que nos manipulan los medios.
– Vivir más centrada en el presente: Aunque no tenemos porqué olvidarnos del pasado ni dejar de mirar hacia el futuro (por algo habrá evolucionado nuestro cerebro con esa capacidad), lo cierto es que es importante vivir el momento presente, si no nos estamos perdiendo la vida misma.
. No ignorar la muerte: creo que muchos de los problemas que tiene nuestra sociedad y las personas que en ella vivimos es que lo hacemos como si la muerte no existiera. Ello muchas veces nos lleva a comportamientos absurdos, como puede ser la avaricia, el anhelo de poder, no realizar o posponer nuestros más genuinos deseos…
– Conservar el optimismo: esto no es que lo haya sacado de los estoicos, pero para mi es que no tienen un concepto real de lo que es ser optimista. A veces puede estar bien como decía creo que Epicteto, tener en cuenta lo peor que nos pueda pasar, así cuando no se cumpla lo que deseamos estaremos bien y si se cumple no nos daremos el batacazo. Pero aún así, creo que es mejor ser optimista, lo que sucede es que el verdadero optimista, al menos yo así lo veo (y puedo hablar de ello porque lo soy), cuando las cosas no salen bien piensa «no pasa nada» «otra vez será» «habrá más oportunidades o mejores» «no importa porque de ello he aprendido…» o «igual es mejor así» etc.
– No perder el buen humor y la alegría: el humor y la alegría es la salsa de la vida, por ello debemos conservar y cuidar aquellas relaciones, espacios, actividades que nos den alegría.
– Practicar el agradecimiento: Ser agradecido por todo lo que tenemos y todo lo que nos han enseñado y nos aportan los demás es importante, nos hace centrarnos en lo positivo y no poner el enfoque en lo negativo, pues nadie es perfecto. Estoy segura que todas esas personas a las que daba su agradecimiento Marco Aurelio también tenían defectos, pero él hizo un ejercicio mental muy importante, poner su foco en lo positivo, eso da mucha paz, alegría interior y aprendizaje.
– La generosidad: Es importante ser generosos sin esperar nada a cambio, porque si se espera recibir algo a cambio eso no es generosidad. Ya por sí mismo cuando se es generoso uno se siente bien, pero la realidad es que cuando lo somos nuestro entorno se transforma y muchas veces nos es compensada de diversas maneras.
– Cultivar la paz interior y el amor: Yo diría que si somos capaces de sentir paz interior y amor somos más que felices. El amor en realidad abarca muchas de los conceptos que he ido explicando como son la generosidad, el agradecimiento… y otros como la amabilidad, la empatía, la compasión,…. con amor se puede transformar tanto nuestro mundo interior como exterior. Por ello es importante cultivarlos, cada uno de la manera que mejor le venga, algunas formas pueden ser: meditación, relajación, mindfulness, oración, silencio, contacto con la naturaleza, etc.
– Seguir aprendiendo: hace tiempo escribí que quien encuentra el gusto por seguir aprendiendo encuentra un tesoro y así lo sigo creyendo. El deseo de aprender hace interesante la vida y no se agota nunca, porque hay tanto por aprender en la vida…
Bueno Diego, me da un poco corte poner todos estos pensamientos, porque lo que a mí me puede servir a otra persona le puede parecer una tontería. Pero me ha servido hacer esta fórmula de la felicidad que se me ocurrió tras leer y escuchar a los estoicos, tengo la sensación de tener un cuaderno de bitácora para seguir navegando por la vida.
Ha sido estupendo seguirte hasta el final, ha sido como realizar un curso superinteresante de filosofía estoica aplicada a la psicología.
Muchas gracias por tu generosidad. Hasta pronto!!
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