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Navegar la infidelidad en la era digital (Parte IV)

Hasta el momento, he escrito acerca de algunas consecuencias emocionales de la infidelidad, las particulares reglas del compromiso en las parejas y las expectativas inalcanzables que proyectamos sobre nuestras parejas desde un punto de vista histórico y cultural.

En este post me interesa entender qué lleva a «honorables ciudadanos de bien», que llevan diez, quince, veinte años de relación, a tener un affair. ¿Por qué personas que tienen hijos, hipotecas millonarias (que pagaron por adelantado el polideportivo) se arriesgan a herir profundamente a sus parejas y romper la estabilidad familiar?

Desde un punto de vista psicológico, la fidelidad-infidelidad puede ser entendida como un legado familiar o, más particularmente, con un tipo de apego. Partiendo de la Teoría del Apego, podríamos pensar que existen el tipo «Infiel 1» (apego evitativo) y el «Infiel 2» (apego ansioso).

(Todo esto es una apreciación clínica personal que veo en la clínica; ya me dirán si les parece que tiene sentido).

«Infiel 1»: Apego Evitativo

El tipo de apego evitativo o evasivo busca aislarse física y psicológicamente para autorregularse. Necesita tomar distancia para no sentirse abrumado e invadido. Los evitativos necesitan mucho tiempo para resguardarse en su mundo interno y poder volver después a la relación. Evitan el compromiso y la intimidad emocional porque les cuesta creer que los demás (incluida la pareja) pueden ser capaces de contener sus emociones y ayudarlos en momentos difíciles; por este motivo, también les cuesta expresar sus emociones.

Las conductas evitativas pueden incluir: pasar mucho tiempo solo, consumir alcohol o drogas, buscar fuertes cargas de adrenalina, entrenamiento físico o profesiones de tiempo completo, uso excesivo de pornografía y, por supuesto, encuentros sexuales fuera de la pareja. La atención y conquista de otra persona sirven como un viejo mecanismo para disociar las emociones y anestesiar, aunque sea por un momento, el miedo al abandono y la pérdida de autonomía.

Así es cómo se siente y piensa alguien con apego evitativo:

La idea de revelar demasiado sobre mis emociones me hace sentir vulnerable, pero a la vez, me gustaría que entiendas lo que me pasa.

La intimidad emocional me asusta, pero eso no significa que no valore la conexión que compartimos.

Puede parecer que me distancio, pero en realidad, estoy intentando equilibrar mi necesidad de espacio personal con mis ganas de estar contigo.

Pero la pregunta fundamental, más profunda e inconsciente, del evitativo es: ¿cómo puedo confiar en alguien más si quienes debieron cuidar de mí no lo hicieron? En un punto de su crianza el evitativo deja de esperar que pueda ser contenido y aceptado tal cual es. Los evitativos se agobian facilmente con la intensidad emocional porque han aprendido a auto-regularse sin la necesidad de un otro. La infidelidad es otra forma en la que el evitativo busca sacar la cabeza de abajo del agua y sobrellevar emociones que lo abruman. Es una forma de evadirse de una relación que le resulta por momentos, pegajosa, excesivamente demandante, invasiva, aburrida y/o monótona. Pero lo que está atrás de estos sentimientos es la incapacidad o dificultad para sintonizar y creer que podrán ser aceptados por su pareja siendo él o ella misma

Eyes wide shut 1

«Infiel 2»: Apego Ansioso-Dependiente

Las personas con apego dependiente tienen una preocupación constante respecto a la pareja y son hiperconscientes de su cercanía o lejanía. Se sienten seguros y valiosos cuando están en una relación íntima; cuando no, temen al abandono. En la infancia, los cuidadores no le han mostrado al niño respuestas consistentes, y estos han aprendido a anticipar posibles cambios en la disponibilidad emocional. La parentificación, o inversión de roles, es bastante característica de este tipo de apego. A las personas con este tipo de apego les resulta familiar mantener a una pareja que no está emocionalmente disponible, al igual que hacer concesiones excesivas para mantener una relación o interpretar situaciones neutrales como una amenaza a la relación. El problema con este patrón no es que no ven las banderas rojas, sino que no ven otra cosa que banderas rojas; para ellos, casi todo representa una amenaza de abandono.

Así es cómo se siente y piensa alguien con apego ansioso-dependiente:

Cuando no respondes de inmediato, empiezo a imaginar lo peor.

Necesito constantemente confirmación de que eres parte de mi vida.

Quisiera poder dejar de preocuparme constantemente por perder lo que tenemos.

A pesar de tus muestras de amor, siempre estoy buscando señales de que algo está mal, es como si nunca pudiera estar bien.

La infidelidad en las personas con apego ansioso-dependiente ocurre por despecho (en latín despĕctus, que significa «desprecio» o des-pecho, «privar del pecho») y es una forma de sobrellevar la herida de abandono mediante una huida hacia adelante para amortiguar el impacto que podría generar un potencial engaño. La lógica sería algo así como: tengo miedo a que me engañes (abandones), por eso YO lo voy a hacer antes. Para alguien que lucha contra una baja autoestima, la atención de alguien nuevo puede actuar como un poderoso antídoto contra la inquietud y el malestar causados por los sentimientos crónicos de insuficiencia y abandono.

El miedo al engaño es un flashback (revivimos en el presente algo que ocurrió en el pasado) que generalmente poco tiene que ver con la realidad actual, sino con un trauma/karma que es percibido como un destino ineludible. En estos casos, se pone en juego el sentido del (des)honor y la (in)justicia.

Match Point

¿Cómo salir de estas dinámicas?

 

Darle una explicación a la infidelidad. Si no sabes por qué ocurrió, ¿cómo podrías darle la seguridad a tu pareja de que no volverá a ocurrir?

Explicitar cuál es la política de la relación respecto a terceros. Aclarar qué se considera una infidelidad en la relación y qué no, y expresar si estos límites son vividos como protección o castración. 

La transparencia en una relación supone un compromiso mutuo. Por un lado, no ocultar y por el otro, escuchar sin reprimir o juzgar. Si esto no se cumple, es inevitable que el ocultamiento se instale en la relación. 

El amor, como el fuego, necesita oxígeno. Delimitar espacios físicos y psicológicos es fundamental para tener una relación con una persona con este tipo de apego; los “evitativos” deben aprender a comunicar sus emociones y encontrar mecanismos de evasión que no comprometan la relación. 

Hablar de cómo las vivencias de abandono se actualizan en la relación actual. En estos casos conviene hacerse consciente del miedo al abandono que ya existía antes de empezar la relación, generalmente producida en la infancia. Ser consciente de esto ayuda a mirar hacia dentro en momentos en que se sufre un flashback en lugar de asumir lo peor. Identificar los flashbacks es el primer paso para diferenciar los traumas personales, de las características concretas de tu pareja. 

Si te interesa saber cómo identificar los grados de infidelidad, quizás te interese saber sobre «La cascada de la infidelidad«.