En las familias existe un contrato en cuya letra chica se detalla una serie de roles y expectativas implícitas que recaen sobre cada integrante. Pero, ¿qué pasa si nos separamos del rol que se nos ha asignado, si decidimos no cumplir con la trayectoria que se espera de nosotros?
Sobre estas preguntas recaen las diferencias entre una familia y un clan. Entre la lealtad a secas y la lealtad ciega, entre una relación sana y una co-dependiente, entre la lealtad y la fidelidad.
La lealtad se gana y se sustenta en una historia de intercambio equitativo consciente. En la lealtad ciega, en cambio, se siguen los pasos de [leer cual mafioso italiano], «La Familia», los cuestionamientos no están permitidos y generalmente existe un pacto de silencio con el propósito de «mantener la paz».
A veces los problemas se barren debajo de la alfombra. Las críticas, se tapan con salsa carbonara. Los comentarios hirientes, se amortiguan subiendo el volumen del televisor. Vuelan cuchillos de una esquina a otra de la mesa, pero aquí no ha pasado nada.
El mayor problema de esta forma de funcionar –si no se hace consciente y se trabaja– es que tiende a replicarse en otras relaciones (laborales, de pareja, amistades). Por eso me pregunto: cuál es el precio de evitar la culpa por no vivir de acuerdo a las expectativas de lo demás, cuál es el precio del disenso.
Este post claro, sencillo y contundente, lleva una reflexión muy saludable para la vida. Ah! y además con sentido del humor (también muy necesario para la vida). Me ha encantado!!
Me alegro, Yolanda, que te haya gustado (!). Estuve pensando bastante este mes sobre nuestro máster, los secretos familiares y la salsa carbonara.
Que razón tenes bien claro cuando piensan distinto a los demás somos cómo agua de otro pozo,cada vez me siento más identificada con vos.
Ellos no son Libres como los pájaros, la Mafia es así, tu sos LIBRÉ y dormís en Paz. ❤❤❤dormir con el enemigo,pero con salsa filete Lucila
De nuevo por este circuito o eso quisiera
Parece que sí ha funcionado…
Problemas con la contraseña,
Poco más que añadir a lo ya dicho, excelente post. Me quedo con la salsa carbonara, no defrauda!!
Un abrazo
Isabel, me alegro que te haya gustado este petit post. Lamento, sin embargo, el inconveniente con la contraseña (para nadie es fácil que se dude de su identidad). Hacer una carbonara que se precie de tal requiere PHD, estoy seguro. AbzdeBilbo.
Jjjja…muy bueno
No me preocupa en exceso la identidad, cuando yo misma dudo de ella, me parece muy convenientes tener unas cuantas para según que momento, como los principios, si no me valen unos, tengo otros…
Un placer compartir
Qué grande, Groucho!
Sí que lo es. Me da, me dais cancha para gestionar algunos bloqueos, Gracias